Guerra Rusia vs Ucrania ¿Quién gana, quién pierde?
Estuve hablando con Marco Missaglia, PhD en Economía de la Universidad de Pavía, Italia, el Dr. Missaglia hizo un análisis de la guerra en curso entre Rusia y Ucrania. Explicó los antecedentes que dieron origen a este conflicto, los intereses políticos y económicos que se juegan allí, además del futuro próximo en el contexto de una economía afectada mundialmente como consecuencia de la pandemia por Covid 19.
Bernardo Useche (BU): ¿Cómo perciben los italianos y los economistas italianos, la situación que se está viviendo con esta guerra?
Marco Missaglia (MM): La percepción es distinta. La de los italianos es influenciada por los medios de comunicación y las redes sociales, es una percepción pro americana. La mayoría está convencida de que lo que hizo Vladimir Putin es totalmente equivocado y se deben defender los valores occidentales. Piensan que es correcto lo que está haciendo el gobierno italiano y muchos gobiernos europeos en aceptar la idea de Joe Biden de entregar armas a Ucrania.
Entre los economistas la percepción es distinta porque hay conciencia de que lo que está pasando es debido a la guerra poscovid. Estamos regresando al mundo de los años 70, que era el mundo de los grandes choques petroleros.
BU: La economía, la política y la guerra están ligadas. ¿Qué antecedentes ayudan a comprender el inicio de esta guerra?
MM: El antecedente más importante es lo que ha pasado a lo largo de los últimos 30 años en la relación entre el mundo occidental de Estados Unidos, Europa y Rusia. Es la expansión de la OTAN hacia el Este, en contra de lo que los políticos europeos y norteamericanos le habían prometido a Rusia con la caída del muro de Berlín.
El otro antecedente es el mercado de la energía. En ese sentido Putin está aprovechando la oportunidad que le dio el Covid 19. Él se dio cuenta que el Covid debilitó las economías europeas y eso le permitió tener el poder para venderle energía a la Unión Europea y en particular a Italia y Alemania. Son los dos países que más dependen de Rusia en términos de energía.
BU: Las sanciones impuestas por Occidente pareciera que pesan más en temas financieros y que en ese sentido Rusia saldría más debilitada, ¿qué hay de cierto en esto?
MM: Los que están saliendo debilitados son algunos grandes oligarcas rusos, cuando se bloquean las cuentas que tienen en el exterior. Me parece que son efectos más personales que de sistema porque seguimos comprando a Rusia lo que exporta.
En la última reunión del Consejo Europeo se decidió el embargo sobre el petróleo ruso, pero hay países como Italia y Alemania que, aunque firmaron la decisión queda por ver si de verdad lo van a hacer. Hay otros países de la OTAN que no están de acuerdo como Turquía.
BU: Pero…¿Esas sanciones han tenido un impacto en los precios de la energía?
MM: No son las sanciones, es la guerra en sí misma y el Covid. El precio de la energía se multiplicó por cinco desde enero y eso se ve en la factura que nos llega. Cuando el precio de un insumo tan importante como la energía que sirve para producir todo sube en pocos meses, el impacto es impresionante, por eso la inflación que tenemos.
BU: Ucrania fue considerada desde el siglo pasado el granero de Europa, ¿la guerra ha tenido impacto sobre sus productos agrícolas, ¿cómo está la seguridad alimentaria del continente?
MM: El impacto ha sido más fuerte fuera de Europa. Están sufriendo los países del norte de África al no recibir el trigo. Los precios se han elevado muchísimo y ha habido revueltas sociales. Europa en cambio tiene su propia producción y no se ha visto afectada la seguridad alimentaria, no se ve escasez.
BU: ¿Cómo juega la economía de Estados Unidos en el contexto de la guerra? ¿Hacia dónde va la guerra?
MM: Solo veo ventajas políticas y económicas para los estadounidenses. No dependen de Rusia por la energía ni de Ucrania en los productos agrícolas. Al contrario, venden la energía que otros países le compran a Rusia y venden más armas. De momento no me parece que Putin, Zelenski y Biden estén interesados en acabarla rápido y eso es muy dramático. Llegará un punto en que el precio de la guerra se volverá tan alto que no será aceptable políticamente. Tendrán que haber planes, acuerdos de paz y decirle no a Joe Biden.