La variante delta y la efectividad de las vacunas
Nota: Este articulo fue publicado oficialmente el 01 de agosto de 2021 en el portal mascolombia.com
A mediano plazo se torna urgente que las industrias biotecnológicas y farmacéuticas nacionales creen y produzcan vacunas que actúen sobre los mecanismos biológicos que han desarrollado las nuevas cepas para infectar las células humanas, optimizar su transmisibilidad y evadir el sistema inmune.
Actualmente la denominada variante Delta (B1.617.2) del virus que causa el COVID-19 se extiende por el mundo. Es dominante en la India, país en donde primero se detectó; provocó en Inglaterra una nueva oleada de infecciones que puso en jaque al sistema hospitalario, y en Estados Unidos se ha identificado en el 83% de las muestras que se secuencian genéticamente. En Colombia, hace dos semanas se confirmó el primer caso.
El 29 de julio causó revuelo en Estados Unidos la filtración de un informe confidencial de los Centros para prevención y Control de Enfermedades (CDC) (Ver Informe). Su contenido confirma que la variante Delta es altamente contagiosa y enferma de manera más severa. Allí, por ejemplo, se demuestra que Delta es más contagiosa que el virus que causó la pandemia de la “gripa española” en 1918 y que el ébola. Con la variante Delta, al igual de lo que ocurre con la varicela, cada caso puede infectar a 10 o 12 personas.
El documento también deja claro que las vacunas existentes previenen más del 90% de las formas severas de la enfermedad y de las muertes (ver Gráfico) pero que son menos efectivas previniendo que las personas se infecten y evitando la transmisión del virus. Su principal conclusión es que las medidas preventivas no farmacológicas, como el uso de tapabocas y el distanciamiento son esenciales para prevenir que se continué extendiendo el virus.
El 30 de julio, los CDC, publicaron un estudio de los citados en el informe filtrado. Entre los hallazgos se destacan dos: que 376 (74%) de los 469 casos de COVID correspondieron a personas que ya habían recibido la vacuna; y que no se encontró diferencia entre los casos de personas vacunadas y no vacunadas en cuanto a las cantidades de virus detectados al hacer las pruebas diagnósticas PCR, lo que indica que las personas vacunadas que se contagian con la variante Delta transmiten el virus. (CDC-Report).
En línea con esta información de los CDC, el Dr. Fauci, asesor médico de Biden, como lo fue también de los seis presidentes anteriores, salió a explicar la situación y fijar la posición del gobierno en distintos noticieros y programas de televisión. En esencia, Fauci confirmó lo que el mismo había declarado oficialmente el 21 de junio: 1) la variante Delta, que ya es dominante en Estados Unidos, es más agresiva y peligrosa que el virus original del COVID-19 2) quienes no están vacunados (incluyendo la población infantil y adolescente) se encuentran en mayor riesgo de contagiarse y de enfermar más gravemente 3) la vacunación es la mejor estrategia para frenar la variante Delta y 4) Todo el mundo debiera usar tapabocas, sobre todo en lugares cerrados y en localidades donde la transmisión es muy alta: 50 a 100 casos por 100.000 habitantes en un período de 7 días. (Dr. Fauci sobre la Variante Delta).
Se observa entonces que globalmente no hay un control apropiado de la pandemia y que las vacunas ven reducida su efectividad para prevenir la infección y la transmisión del virus. Esto no puede interpretarse como dijo el Senador Petro que “Las vacunas no sirven para el virus Covid Delta”. Por el contrario, ahora el riesgo que se enfrenta es el de una pandemia de los no vacunados.
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Las vacunas siguen siendo altamente efectivas para prevenir la hospitalización y la muerte por COVID-19. Entre los más de 163 millones de ciudadanos de Estados Unidos que para el 26 de julio pasado estaban completamente vacunados solo 6.587 se habían infectado, 6.239 (0.004%) requirieron hospitalización y 1.263 (0.001%) murieron.
Los gobiernos deben redefinir las estrategias de acuerdo con los retos particulares que en cada país les presente el avance de la variante Delta.
Habrá que vacunar prontamente a la casi totalidad de la población dado que al ser altamente trasmisible esta nueva cepa la inmunidad colectiva o de rebaño solo se logrará con un 90% de la población inmunizada.
Probablemente, como en el caso de la influenza se necesitarán aplicar periódicamente refuerzos de las vacunas, Israel ya está aplicando una tercera dosis de Pfizer.
El uso de tapabocas y un distanciamiento físico superior a los dos metros serán imprescindibles por tiempo indefinido; la renta básica y medidas para desarrollar la economía nacional y producir más riqueza no dan espera.
A mediano plazo se torna urgente que las industrias biotecnológicas y farmacéuticas nacionales creen y produzcan vacunas que actúen sobre los mecanismos biológicos que han desarrollado las nuevas cepas para infectar las células humanas, optimizar su transmisibilidad y evadir el sistema inmune (go.nature.com/delta).